29 de octubre de 2013

Decamerón y sus características

Boccaccio centra su Decamerón en las afueras de Florencia durante la peste 1348. Para huir de la epidemia, siete jovencitas y tres jóvenes, pertenecientes a la burguesía, se encierran en una casa de campo lejos de la ciudad y se imponen el juego de relatar cada uno de ellos un cuento a lo largo de cada día, exceptuando los de respeto religioso. De esta suerte, en diez días (deca, «diez», hemera, «día») se narran cien cuentos. Cada jornada va presidida por aquél o aquélla que es elegido rey o reina del día y éste puede imponer el tema en el que se centrarán los cuentos. Todos, a excepción de Dioneo, seguirán el plan establecido.
Los temas estarán centrados en: el amor y lo erótico como algo natural, la inteligencia humana, la fortuna y locus amoenus.

La importancia del Decamerón es, en gran parte, debido a su muy cuidada y elegante prosa, que estableció un modelo que imitar para los futuros escritores del Renacimiento.
Pero quizá la verdadera esencia del Decamerón sea la alegría. Esta obra se ha escrito para provocar la risa en las personas inteligentes. Boccaccio no tiene una actitud moral frente a la vileza de los protagonistas; le divierten precisamente por ser tal como son y por nada del mundo quisiera que se corrigieran, pues al fin y al cabo sabe que todos ellos tienen un sitio reservado en el infierno. Boccaccio pretende suscitar la risa, y para ello busca lo cómico y lo ridículo en la ignorancia y en la maldad, y lo hace con completa conciencia artística, sin embargo, como dije antes, siempre usa para ello un lenguaje elegante.





PERSONAJES

Aparece en la obra un amplío abanico de personajes: nobles y plebeyos, mercaderes y campesinos, históricos y ficticios… Por un lado encontramos los diez personajes-narradores, y por otro, los personajes de los relatos, en los que destacan las figuras femeninas, activas, inteligentes y desenvueltas. Constituyen una auténtica réplica a la figura femenina pasiva, idealizada e irreal de la tradición. En estas mujeres superan con su ingenio situaciones arriesgadas, burlando, si es necesario, al hombre. La mujer se equipara al hombre al tener acceso a los placeres de la vida, al amor, la libertad y la aventura. Los narradores tienen nombres simbólicos.

 Los personajes de Boccaccio son seres comunes, defectuosos y desprovistos de cualquier valor noble, caballeresco o cortés. 

EL TIEMPO

Se diferencia el tiempo externo del marco de los narradores, los diez días durante la peste, del tiempo interno de los relatos, de manera que la obra adquiere realismo y vitalidad.



SIMBOLOGÍA

Las circunstancias descritas en el Decamerón son susceptibles de una interpretación alegórica influida por la numerología medieval. Por ejemplo, se cree que las siete jóvenes mujeres representan las cuatro Virtudes cardinales y las tres Virtudes teológicas (Prudencia, Justicia, Templanza, y Fortaleza; Fe, Esperanza, y Caridad), y se supone que los tres hombres representan la división tripartita griega tradicional del alma (Razón, Apetito Irascible, y Apetito Concupiscible). El mismo Boccaccio indica que los nombres que dio a estos diez personajes son de hecho seudónimos «elegidos apropiadamente de acuerdo a las cualidades de cada uno». Los nombres italianos de las siete mujeres, en el mismo orden significativo según el texto original son: Pampinea, Fiammetta, Filomena, Emilia, Laureta, Neifile, y Elissa. Los nombres de los varones son: Panfilo, Filostrato, y Dioneo. 



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